Documento de Movimiento Comunero
¿CONSENSO O
CONSPIRACION?
Sabemos que la buena política
implica búsqueda de consensos entre las partes afectadas, decisión que el
Movimiento Comunero estima esencial para cambiar la forma de hacer política en
el país. Pero para que estos consensos sean legítimos deben participar todos los
actores interesados en lo que se trata. sin exclusiones. De lo contrario estamos
en presencia de una conspiración, donde el perjudicado es el ausente.
El "consenso" en el que
solamente participaron autoridades del Gobierno Nacional – Axel Kicillof y Diego
Bossio – y del Gobierno de la Ciudad – Daniel Chain – concretado con el aval de
legisladores del PRO – guiados por Cristian Ritondo – y del interbloque
Kirchnerista – conducidos por Juan Cabandié – adquiere estas características.
Una conspiración que ordenó a la Legislatura aprobar once (11) proyectos de Ley
que van desde la comercialización y/o entrega del espacio y bienes públicos,
tales como la rezonificación de terrenos ferroviarios, la venta del edificio Del
Plata y la cesión de 37 hectáreas del Parque Roca para una central de
transferencia de cargas privada, hasta la creación del Fondo para la Promoción y
Desarrollo de la Actividad Sindical de Juegos de Azar, que será administrado por
el Sindicato (ALEARA) propuesto por Daniel Amoroso en su doble carácter de
legislador y beneficiario como Vocal Titular 1º de ese Sindicato, pasando por la
autorización al Poder Ejecutivo para tomar una deuda internacional de u$s 250
millones y la creación de un distrito de las artes en el barrio de La Boca. El
pacto entre el PRO y el FPV ya se había insinuado en la ley que autoriza llenar
de bares las plazas de la Buenos Aires; en la reunión donde se trató el tema, la
oposición de los vecinos fue de tal magnitud y contundencia, que tuvieron que
echarnos y sesionar a puertas cerradas para aprobarla sin…vergüenzas. La sanción
a escondidas y a las apuradas en la sesión del 1/11/2012 de megaproyectos con
contratos y beneficios millonarios para los negocios, sin considerar en lo más
mínimo los intereses, las necesidades y las aspiraciones de los vecinos de los
barrios afectados, configura una muestra incuestionable de la forma conspirativa
en que se toman las decisiones sobre lo que es de todos. Así, los grandes
partidos políticos y los grandes negocios muestran cada vez más claramente que
van HACIENDO BUENOS AIRES según sus intereses y a espaldas de los
vecinos.
Ciertamente las explicaciones
de los legisladores PRO y K sobre el porqué son necesarias las leyes aprobadas,
serán maravillosas y convincentes. Nos asegurarán que van a traernos enormes
beneficios; sobre todo nos traerán el Progreso, dirán. Pero si esas leyes son
tan beneficiosas para nosotros, los habitantes de la ciudad, ¿por qué no nos
consultaron siquiera? ¿Los vecinos no tenemos derecho a decir lo que nos
beneficia y a intervenir en lo que consideramos un progreso para nuestros
barrios? ¿Y ellos sí? ¿Por qué? ¿Porque son nuestros "representantes"?. El
famoso progreso ¿será tal para los ciudadanos que serán desalojados, para los
inquilinos que verán aumentados a cifras siderales sus alquileres, para los
artistas que deberán pagar sumas inalcanzables a fin de exponer sus obras, para
las familias y grupos de amigos que no podrán hacerse sus mateadas o sus
partidos de fútbol en el Parque Roca?
Para contestar estas
preguntas se ampararán en la representatividad – "Nos votó el x %" – como un
privilegio monopólico – con características de fetiche – para hacer lo que
conviene a sus intereses partidarios y económicos y no como un deber de quienes
gobiernan para con los que dicen representar, consultándolos y dándoles
intervención en los temas que los afectan.
Una vez más el gran ausente
en estas 11 leyes fue el pueblo de la Ciudad de Buenos Aires organizado en
Comunas, con Juntas Comunales y Consejos Consultivos constituidos, que impone la
democracia participativa en las decisiones claves para sus territorios.
Siempre se habla de la
necesidad de que los ciudadanos participemos y de las bondades de la democracia
participativa. Pero la cruda realidad es que la enorme mayoría de la dirigencia
política de la ciudad no tiene la menor intención de dejarnos participar
libremente en las decisiones y el control de lo que se hace en nuestros barrios.
Su papel de "representantes del pueblo" sustituido por el de "gestores de los intereses concentrados", hace que se opongan a la concreción de la única institución que habilita la libre y organizada participación del pueblo en las decisiones y el control de las acciones y obras públicas: las Comunas.
- Por eso tardaron 10 años en cumplir con el mandato constitucional de ponerlas en funcionamiento.
- Por eso impidieron que los vecinos involucrados en la puesta en marcha de las Comunas, participemos en las Juntas Comunales.
- Por eso ahora que están funcionando no se le dan las competencias ni los recursos que les corresponden.
- Por eso, los dos partidos mayoritarios están tratando de convertir los Consejos Consultivos Comunales en ámbitos de sus luchas y/o acuerdos partidarios, en lugar de preocuparse por detectar y resolver los problemas y proyectos barriales.
El Movimiento Comunero
repudia enfáticamente esta conducta y advierte que seguirá luchando para lograr
la libre y organizada participación ciudadana en las decisiones que afectan la
vida de nuestros barrios.
Está cada vez más claro porqué
quieren impedir
el funcionamiento de las
Comunas de Buenos Aires.
También está cada vez más claro porqué
el Movimiento Comunero
y todos los vecinos
decididos a participar
en la construcción de la Buenos Aires que queremos,
seguiremos luchando para
concretarlas.
MOVIMIENTO COMUNERO